Carta de un hincha arrepentido a Di María
Con el pitazo final del holandés Bjorn Kuipers tras el 4-1 sellado del Real Madrid al Atlético, se desató la fiesta Merengue en Lisboa. Pero hay un dato que no es menor, que no se puede dejar de lado: todos fueron a abrazarte a vos, Fideo. Y cuando digo todos, estoy hablando de súper estrellas de la talla de Cristano Ronaldo, Gareth Bale o el propio Iker Casillas.
¡Cómo te quiero Angelito Di María! Esa fantástica escalada por la banda izquierda en el minuto 109 del tiempo suplementario, haciendo un slalom que dejó en ridículo a toda la defensa Colchonera para que Bale solamente tuviera que empujar la pelota… Te pone en un pedestal muy alto a nivel mundial. ¡Pero muy alto! Y no sos sólo motivo de orgullo para todos nosoros, los argentinos, sino que además sos una inyección anímica estupenda para la Selección. Y Pachorra Sabella lo sabe: te sumás al grupo de trabajo que conforman Leo Messi y compañía. ¡Y llegás dulce! Ganador. Con una confianza enorme, que ojalá sea contagiosa para todo el grupo.
Todos en algún momento, cuando te vimos aparecer en Rosario Central, dijimos lo mismo: flacucho, orejón, con una cara de caricatura, salida de un dibujito animado… ¡mirá si va a triunfar en el Real Madrid! ¡¡¡Dejate de joder!!! Como Di María hay un montón de pibes, es un zurdito habilidoso y nada más.
Te pido perdón, si es necesario, en nombre de todos los que pensamos así en algún momento. Te quería felicitar Ángel. Con 26 años te recibiste de crack, y sin hablar: jugando al fútbol, que es lo más importante. Y mirá que son muchos los que salen en las revistas bien lookeados, los que cancherean con los micrófonos en la previa de un partido, los que se llevan todos los flashes.
Pero vos no. Lo tuyo es talento puro. Y viene acompañado de un muy sano perfil bajo. ¡Gracias Fideo querido! Espero tu respuesta y te mando un abrazo grande. Martín Reich.
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